martes, 25 de junio de 2013

La integración de las TIC al aula. Por María Isabel Clemente *

En los últimos años, la integración de las TIC a las aulas se ha convertido en un tema de profundos debates. Si bien no pidieron permiso para ingresar en nuestra vida cotidiana podríamos pensar si ha ocurrido lo mismo en nuestras aulas y prácticas docentes.

La posibilidad de acceso de los docentes y jóvenes de todo el país a las netbooks, a partir del Programa Conectar Igualdad del Ministerio de Educación, promovió la integración de las TIC apuntando a una política que pretende garantizar el derecho a la educación en el marco de un proyecto más democratizador.

Si bien estos cambios permitieron avances en el camino de su integración debemos preguntarnos si incorporarlas como una herramienta más en las escuelas y en las aulas es garantía de un mejor aprendizaje. Puesto que no se trata, citando a César Coll, de “utilizar las TIC para hacer lo mismo pero mejor, con mayor rapidez y comodidad o incluso con mayor eficacia, sino para hacer cosas diferentes, para poner en marcha procesos de aprendizaje y de enseñanza que no serían posibles en ausencia de las TIC” (Coll, 2009).

Considero que un buen proceso de integración curricular de las TIC en las escuelas requiere mucho más que el equipamiento y la infraestructura adecuados. Proyectos para ”vender” o para “mostrar” pero que carecen de planificación, desarrollo de estrategias didácticas y una verdadera comprensión de las necesidades de aprendizaje de los alumnos no es lo que busco cuando pretendo lograr aprendizajes significativos.

Cada docente implementa un modo de integración diferente, en función de la disciplina o contenido curricular que dicta, de sus conocimientos pedagógicos así como del manejo que tenga de las TIC. Cada docente es producto de su propia historia y todo esto pesa a la hora de pensar estrategias de implementación. Entonces, surgen múltiples preguntas: ¿para qué aplicarlas? ¿cuándo aplicarlas? ¿cómo hacerlo? ¿potenciarán los aprendizajes de los alumnos? ¿enriquecerán nuestras prácticas docentes? Frente a tantas incógnitas surge, en muchas oportunidades, el desconcierto y la inacción.

La peor respuesta es el inmovilismo. El docente puede ser el motor de cambio, el facilitador y orientador de aprendizajes que posibiliten tratamientos individuales y ritmos diferentes en el progreso de cada estudiante; abriendo el aula más allá de los límites de la escuela.

Estamos insertos en una sociedad compleja y dinámica. La multipolaridad en la generación de conocimiento requiere  de habilidades o destrezas asociadas al trabajo colaborativo que permitan la creación conjunta del mismo. Transitamos entonces, según Dolor Reig, de una sociedad “extendida” hacia una sociedad de la “participación”. La democratización del conocimiento requiere de participación y toma de decisiones para transformar la cultura y la sociedad usando tecnologías. ¿Estamos dispuestos a aceptar el desafío?

* María Isabel Clemente es profesora de Historia, egresada del “Instituto Superior del Profesorado Dr. Joaquín V. González”. Se desempeña como especialista docente en el SEAD (Servicio de Educación a Distancia) del Ministerio de Educación de la Nación, en la cátedra de Historia de los Procesos Mundiales del Departamento de Geografía en el ISP Dr. Joaquín V. González y en la Escuela de Educación Técnico Profesional de nivel medio en Producción Agropecuaria y Agroalimentaria (UBA) como docente y referente TIC. Es coautora de varios libros de texto de nivel medio.

martes, 18 de junio de 2013

“Ser docente”: una profesión que no es para tod@s. (Entrevista a Giuliana Tricerri)

Una de las novedades de este 2013 es la publicación de entrevistas realizadas a docentes y a estudiantes, como insumos para la reflexión sobre nuestras prácticas y sobre los aprendizajes. Las respuestas de docentes y estudiantes, sujetos directamente involucrados en las prácticas sobre las cuales nos proponemos reflexionar en este Blog resultan fundamentales para profundizar el grado de análisis. Claro que podemos estar de acuerdo o no, claro que podemos disentir con determinadas apreciaciones y reconocer en las respuestas (y en las preguntas) posicionamientos pedagógicos e ideológicos compartidos o no pero de cualquier manera, los relatos en primera persona son siempre insumos de gran valor para construir y (re)pensar nuestros propios posicionamientos. En este caso es un placer publicar la entrevista que gentilmente respondió Giuliana Tricerri*.

En su primera reflexión, Giuliana nos recuerda la relevancia de la tarea docente, haciendo foco en la (trans)formación de las personas más allá de las cuestiones disciplinares. Se anima, también, a caracterizar a “los mejores profesores” y es acá donde destaca la paciencia, la pasión por su disciplina (no tanto sus conocimientos como su pasión), el interés por los estudiantes y la educación en valores.

· Giuliana, ¿Qué es para vos “ser docente”?
· Yo creo que el ser docente es una profesión que no es para todos, hay que tener ciertas características diferentes a las demás personas para dedicarse a este trabajo (sobretodo tener paciencia). Un profesor tiene que encontrar el modo de dar ciertos contenidos de una materia específica, y así formar a otra persona, la cual tiene que aprender sobre ese tema, ya sea por gusto o por obligación; pero también en el proceso de aprendizaje le traspasa a sus alumnos valores y cuestiones diferentes que muchas veces son más importantes que un texto; estas “cosas” que a un alumno le llegan sin nombre, se quedan en nosotros y nos forman para un mejor futuro. Cuando digo cosas hablo de valores, formas de pensar, formas de estudiar, etc. Tengo que destacar que no es lo mismo un buen docente que un docente normal. El primero, en mi parecer, es una persona que no solo le transmite conocimientos sobre la materia a los alumnos; sino que los forma como personas; a lo largo del año, o del tiempo que lo tenga.  Un buen docente se esmera para que  sus alumnos puedan entender e interesarse en la materia, claro que no siempre ocurren los milagros pero por lo menos a un buen docente le gusta su materia,  y quiere  transmitir sus conocimientos. Los mejores profesores, son aquellos a los que les apasiona el tema que enseñan, eso es algo que se les nota y los transmiten hacia los que los escuchan. Lo anteriormente dicho influye mucho en la otra persona; o por lo menos a mí me pasa que si un docente está hablando de un tema que le gusta, y, sabe hacernos entender lo que esta “dando”, automáticamente la materia me resulta más interesante y menos pesada. Una persona pueda saber mucho sobre un tema, amar su profesión, pero no tienen la habilidad de “volcar” sus conocimientos, enseñárselos a los alumnos.

A la hora de pensar en las condiciones institucionales que facilitan su tarea de estudiante y sus aprendizajes, Giuliana, reflexionó entre otras cuestiones (como la entrega de las netbooks del programa Conectar Igualdad o las condiciones edilicias) acerca de la importancia del “trabajo de campo” (el hecho de que en este caso sea “en el campo”, es mera coincidencia), de la relevancia de poner en contexto los aprendizajes y de evitar la disociación entre teoría y práctica.

· ¿Qué condiciones institucionales facilitan tu tarea de estudiante y tus aprendizajes?
· Estudio en una escuela agropecuaria, el hecho de tener en el colegio la oportunidad de aplicar lo visto en las clases teóricas en “el campo” es un golazo, pones en práctica todo lo que viste antes en el aula y eso te re ayuda a entender las cosas, más si estabas estudiando algún tema en especial y te quedo una parte “en el aire” sin entender. En mi opinión, aprendo más cuando puedo ver lo que hago, que imaginándomelo. Por ejemplo entender las partes de una huerta, las sé ubicar, las sé diferenciar porque lo vivo día a día cuando salgo a trabajar en la huerta. Además es algo que me motiva; yo pienso a veces “Uh, que interesante eso, voy a leer más así cuando tengo que salir o estudiar ya la tengo clara”.

· Si tuvieras que recomendarle a l@s docentes un libro, una canción o una película que considerás “relevante” para mejorar la práctica docente, ¿qué libro, canción o película nos recomendarías y por qué?
· “American History X” es una película que se basa en un adolecente que, el director del colegio, lo manda a realizar un trabajo sobre su hermano, quien era neonazi. La película está muy buena (no quiero contar el final ni ningún dato que revele alguna situación, así que mírenla!). Yo lo tomo como que se le da una oportunidad a alguien que otra gente, lo tenía visto como inservible, o malévolo. Además el chico se da cuenta de muchas cosas a lo largo de la película que lo hace crecer, cambiar y la verdad que me re gusto. 

Cuando le preguntamos a esta excelente estudiante de secundaria por las características que hacen a l@s docentes mejores facilitadores de los aprendizajes, Giuliana retoma las conceptos que esbozó en la primera respuesta y deja en claro la importancia del vínculo que l@s docentes entablamos con l@s estudiantes, del compromiso que tenemos que ell@s y con nuestra tarea, de la formación continua y permanente de l@s docentes (no sólo en términos disciplinares sino pedagógicos) y del equilibrio entre prácticas probadas e innovaciones pedagógicas que resulten novedosas para l@s estudiantes y/o para l@s docentes.

· ¿Qué características creés que debería tener un docente para ser mejor como facilitador de los aprendizajes de l@s estudiantes?
· Yo creo que el docente tiene que saber dar una materia, de alguna manera que los alumnos no se dispersen y los mantenga “entretenidos” durante las horas de clase. Debe saber tratar con los chicos, tener paciencia a los errores, poder ayudar cuando alguien no comprende algún tema. El docente debe mantenerse constantemente actualizado con su trabajo, leer e informarse de los nuevos descubrimientos en su área, debe conocer que es lo que ocurre en la actualidad, seguir formándose para formar mejor a los alumnos. Esta bueno tener un profesor que ya tuvo a otros alumnos antes que nosotros, ya que más o menos tiene organizado su programa y sabe manejarse. Aunque también está bueno probar cosas nuevas, ir descubriendo y conociéndose entre alumnos y profesores. Yo creo que un docente tiene que comprometerse con su trabajo, a la vez que con sus alumnos; por ejemplo si nos mandan a leer cosas, o hacer tareas o trabajos, que los corrija. Hay algunos docentes que pasan meses y todavía no terminaron de corregir una tarea entregada, eso no está bueno, porque a mí me hace pensar que le da “fiaca” hacer su trabajo. Un buen docente también esta cuando un alumno lo necesita, puede que ya no sea su profesor, pero igual ayudarlo. También esta bueno que un profesor vincule las materias con temas que queremos estudiar en nuestro futuro. Plantear problemas, o situaciones con las cuales no podríamos enfrentar en un futuro no tan lejano.

· ¿Cuáles de las prácticas, herramientas, estrategias de tus docentes resultaron más exitosas como instrumentos facilitadores de tus aprendizajes?
· Lo que más me resulta, a la hora de aprender cosas nuevas para que se fijen nuevos conceptos es ponerlos a prueba. Como por ejemplo, con charlas que se relacionen con los temas que estamos viendo y con cosas que ocurren en la reaidad, poder asimilar dos conceptos, entenderlos y debatirlos. Escuchar que opinan los demás, ir tomando notas. También algo que a mí me resulta híper práctico, son los trabajos prácticos que incluyen materiales, por ejemplo el año pasado en biología tuvimos la oportunidad de trabajar en el laboratorio con un corazón de vaca, riñones, órganos para poder entender mejor el funcionamiento y la anatomía de los sistemas y aparatos en el cuerpo humano. Es mucho más práctico poder verlo con tus propios ojos, ir tocándolo, que intentar entender una imagen en un libro que no es igual a la realidad. También algo que me gusta mucho a mi es intentar recrear con instrumentos cotidianos, los temas que estamos viendo, claro que con una materia como puede ser historia no puedo usar este método. Pero nuevamente en biología, con un globo, una pajita una botella y plastilina tuvimos que recrear al sistema respiratorio. Estas cosas están buenas porque te hacen pensar y encontrar la forma de entender como sucede y que sucede dentro de nosotros. Esto se puede emplear en otras materias, con otros utensilios. En fin, poner en práctica lo aprendido, sin tener que ser un trabajo con nota o un examen, ayuda bastante a la hora de aprender. Y a veces no está pautado, sino que te das cuenta cuando vas hablando que aprendiste un montón de cosas nuevas.

Giuliana tiene (sólo) 16 años pero a lo largo de la entrevista nos dejó en claro lo mucho que podemos (y deberíamos) aprender de ella y de su generación que ya lleva muchos años dentro del sistema educativo y son capaces de criticarlo (con las mejores intenciones) y cuyas opiniones (y su participación) son absolutamente necesarias para producir una verdadera trasformación de la Educación. Paulo Freire dijo “Nadie educa a nadie, nadie se educa a sí mismo. Los hombres se educan entre sí mediatizados por el mundo”. En sintonía con esto y con todo lo que vino diciendo, de esta manera Giuliana cerró esta entrevista.

· Para terminar, ¿Cuáles son y cuáles “deberían ser”, en tu opinión, los objetivos de la Educación?
· En mi parecer la educación, tendría que tener como objetivo la formación de una persona tanto de forma mental, como social y cultural.  Esta persona tendría que poder pasar sus conocimientos y ayudar en la sociedad, devolviendo de alguna manera, lo que esta le dio.   Educar también es transmitir valores de la vida, aplicarlos, corregir los errores que cometemos, ayudarnos entre los que estudiamos, no solo formar a una persona, sino que a todo un grupo. Otro objetivo es formar a una persona para que luego esta pueda tener un trabajo digno, estimulándola para que piense, razone y critique las cosas del día a día. Que sepa defenderse en la vida. Fomentar la comunicación y la interacción con otras personas.  Establecer ciertas normas que luego seguirán siendo utilizadas el resto de nuestras vidas, el respeto por ejemplo.

* Giuliana Tricerri (@giulitricerri) es estudiante en la Escuela de Educación Técnico Profesional de nivel medio en Producción Agropecuaria y Agroalimentaria (también conocida como Escuela Agropecuaria). Aspirante a estudiar Veterinaria. 

martes, 11 de junio de 2013

Involucrarse en la (trans)formación de las personas. (Entrevista a Carlos Blasi)

 
Una de las novedades de este 2013 es la publicación de entrevistas realizadas a docentes y a estudiantes, como insumos para la reflexión sobre nuestras prácticas y sobre los aprendizajes. Las respuestas de docentes y estudiantes, sujetos directamente involucrados en las prácticas sobre las cuales nos proponemos reflexionar en este Blog resultan fundamentales para profundizar el grado de análisis. Claro que podemos estar de acuerdo o no, claro que podemos disentir con determinadas apreciaciones y reconocer en las respuestas (y en las preguntas) posicionamientos pedagógicos e ideológicos compartidos o no pero de cualquier manera, los relatos en primera persona son siempre insumos de gran valor para construir y (re)pensar nuestros propios posicionamientos. En este caso es un placer publicar la entrevista que gentilmente respondió Carlos Blasi*.

Ya en su primera respuesta, Carlos deja en claro desde qué lugar habla y en qué lugar se ubica para practicar la docencia: en el lugar de una persona (incompleta) cuya tarea es acompañar a otra persona (también incompleta).

·         Carlos, ¿Qué es para vos “ser docente” y cuáles son tus objetivos cuando comenzás una cursada?
·         Ser docente es participar en la formación de una persona, como lo hace un padre, un familiar, un amigo. Mis objetivos se basan en orientar a los estudiantes para que ellos puedan hacerse del nuevo conocimiento, acompañarlos en ese trayecto, mostrarles mis limitaciones y que ellos descubran las suyas.

A la hora de hablar de las características de l@s docentes que nos hacen mejores facilitadores de los aprendizajes de nuestr@s estudiantes, Carlos relativiza (en concordancia con lo que muchas veces planteamos en este Blog) los conocimientos disciplinares o las aptitudes específicas del campo de estudio de la materia para darle un lugar de relevancia y centralidad al sentimiento, al compromiso, a la motivación y al vínculo humano.

·         ¿Qué características creés que debería tener un docente para ser mejor como facilitador de los aprendizajes de l@s estudiantes?
·         Antes se esperaba que el docente fuera el más destacado en su labor profesional y de investigación, el más antiguo, con más trayectoria, con más cargo institucional. Creo que todas estas cualidades complementan la labor docente pero no son las principales características a la hora de facilitar aprendizajes. Considero que las características personales son el principal motivo para poder cumplir con nuestra tarea. Quien quiera involucrarse en la formación de una persona, primero lo tiene que sentir como tal: tiene que estar convencido y comprometido con el reto diario, debe ser auténtico, debe ser transparente (con todo lo que implica este término), se le deben notar sus limitaciones, sus errores y sus aciertos, sus alegrías y sus tristezas, se debe entregar todo, sin prejuicios, sin máscaras, sin armaduras, sin hipocresía. Esto es básico y elemental para poder involucrarte con las personas, y poder cosechar frutos al final del día de labor docente.

Carlos nos recuerda el valor de la mejora constante de nuestra práctica, un eje que no debemos abandonar ya que es nuestra propia (trans)formación permanente la que nos hace mejores a la hora de realizar la tarea de facilitar la (trans)formación de nuestr@s estudiantes.

·         Carlos, ¿Cuáles “deberían ser”, en tu opinión, los objetivos de la Educación?
·         Mejorar todos los aspectos cualitativos de la educación, garantizando los parámetros más elevados, para conseguir resultados de aprendizajes reconocidos y mensurables; especialmente en lectura, escritura, matemática y competencias prácticas.

·         Si tuvieras que recomendarle a otr@s docentes un libro, una canción o una película que considerás “relevante” para mejorar nuestra práctica docente, ¿qué libro, canción o película nos recomendarías y por qué?
·         Les recomendaría “Stand and deliver”. Esta película me hizo descubrir que lo que yo había elegido como trabajo en esta sociedad, era mi vocación.

Para terminar Carlos, que es un experimentado docente con una vasta formación en Ciencias de la Educación, nos propone repensar nuestras prácticas a  partir de dos conceptos interesantes e importantes: los aprendizajes previos y las analogías. Los aprendizajes previos como estructurantes de la construcción (o como el propio Carlos dice: “re-estructuración” de los conocimientos previos a partir de los nuevos) y el uso de analogías, metáforas y ejemplos como elementos que facilitan los procesos neurocognitivos que hacen a esa “re-construcción”.

·         ¿Cuáles de tus propias prácticas, herramientas o estrategias resultan más exitosas como instrumentos facilitadores de los aprendizajes de tus estudiantes?
·         A mí me sirve muchísimo trabajar desde la base de los conceptos sostén que darán apoyo a los nuevos aprendizajes sustentables; en los que la información recogida, o parte de ella, es apropiada como un nuevo conocimiento, aumentando la red de conocimientos previos. Esta construcción nueva es, simultáneamente, una reestructuración de la estructura cognitiva previamente existente, a través de la (re)significación de aquellos conceptos sostén que sirvieron de nexo para la incorporación del nuevo conocimiento. En base a esto, utilizo mucho en mis prácticas docentes las comparaciones analógicas. La utilización de las comparaciones en sus distintas modalidades (metáforas, símiles, etc.), compone una actividad espontánea a la hora de dar sentido a lo desconocido. El rito de “técnicas de abstracción” tales como analogías, imaginería,  experimentos imaginarios y análisis de casos límite, han jugado un papel central en la construcción de nuevas representaciones científicas. Fijate que los “científicos” las emplean ordinariamente a la hora de elaborar y presentar sus teorías y constituyen un recurso habitual del lenguaje científico y cotidiano. Tal es así que mi padre espiritual docente es David Paul Ausubel.

* Carlos Blasi es docente e investigador en la Universidad de Buenos Aires. Es Profesor Nacional de Ciencias Naturales (J.V. González), Médico Veterinario (UBA), Docente Autorizado de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA, Especialista en Docencia Universitaria y Magister en Docencia Universitaria (UTN). Se desempeña como profesor adjunto de Física Biológica en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA y como profesor asociado de Física General y Biológica en la Facultad de Ciencias Agrarias de la UCA; es profesor secundario en la Escuela de Educación Técnico Profesional de nivel medio en Producción Agropecuaria y Agroalimentaria (UBA) y en el Colegio Pestalozzi.

martes, 4 de junio de 2013

¿Quién es “tutor” de quién?

Hoy nos proponemos reflexionar sobre una práctica cada vez más común en los diferentes niveles de nuestra Educación: las tutorías.

Cada vez es más común escuchar hablar de tutores escolares, tutores académicos, tutores de becas, tutores virtuales y hasta los redundantes tutores de tutores. No es la intención de este texto describir ni criticar estas prácticas (que desde este Blog alentamos y valoramos) sino reflexionar sobre la relación que existe entre (uno de) los orígenes de la palabra “tutor” y (una de) las concepciones de la acción tutorial, al mismo tiempo que repensamos (una vez más) nuestra propia práctica docente.

Hace unos meses, en una práctica virtual en el marco de la acción tutorial, preguntamos a estudiantes de Escuela Media que empezaban a tener tutores, cuáles creían que eran las funciones de un tutor escolar. Un par de estudiantes respondieron que, como no tenían idea de qué era o qué hacía un tutor escolar, lo habían buscado en internet y les había aparecido la analogía con el “tutor”, que es esa vara o palo que se ata con una cinta o soga a las plantas endebles para que “las guíen” y las ayuden a “crecer derechas” y a “no apartarse del camino”.

Obviamente nuestra primera reacción ante la analogía no fue muy buena y rápidamente tuvimos en claro que lo que nosotr@s entendemos por “acción tutorial” dista mucho de algo así. Sin embargo, como no siempre estamos del todo de acuerdo con lo que pensamos, elegimos (una vez más) darle una vuelta de tuerca al asunto y (re)pensarlo a la luz de nuestras trayectorias y nuestras prácticas docentes como una manera de (una vez más) repensar estas últimas.

Después de analizarlo un poco, nos dimos cuenta de que no estaba tan mal la idea de un alguien que pudiera haberse apartado del camino y un otr@ que, en la acción tutorial, l@ ayude a volver a enderezarlo. Entendimos que no era del todo falso que existe la posibilidad de que alguien que perdió el interés por lo que hace en el ámbito educativo lo recupere con la ayuda de un otr@ que, en la acción tutorial, le recuerda (desde su rol diferente) el sentido de la tarea. Nos pareció bastante lógico que al entablarse un vínculo entre estas personas, alguien descubriera a ese otr@ que, en la acción tutorial, lo ayudara a redescubrirse a sí mismo y le diera de vuelta un lugar y un sentido. También llegamos a la conclusión de que podía ser que alguien estuviera estancado, frustrado, incapacitado para avanzar, adormecid@ y que un otr@, en la acción tutorial, lo ayudara a volver a creer en sus capacidades, a volver intentarlo, a avanzar y a (re)despertarse.

El problema no era entonces la analogía o la comparación de la acción tutorial con la idea de la vara y la planta endeble sino que el problema era (una vez más) el orden de las palabras o, mejor dicho en este caso, el orden de los sujetos de la acción tutorial.

Existen much@s docentes que han perdido el interés por su tarea (si es que alguna vez lo tuvieron), docentes que se han apartado del camino (si es que alguna vez estuvieron en él), docentes que olvidaron el sentido de su tarea (si es que en algún momento lo conocieron) pero afortunadamente existen varias formas de luchar contra todo eso y una de ellas es la acción tutorial.

Al emprender una acción tutorial (tarea que le deseamos y recomendamos a tod@s l@s docentes de todos los niveles) son l@s estudiantes l@s que nos sirven de “vara”, son l@s estudiantes l@s que nos devuelven o nos refuerzan el interés por nuestra tarea, son l@s estudiantes l@s que nos ayudan a volver al camino o a mantenernos en él, son l@s estudiantes l@s que nos recuerdan el sentido de nuestra tarea o nos ayudan a no olvidarlo. La acción tutorial es una experiencia extraordinaria para (re)descubrir a ese otr@, que nos ayuda a (re)descubrirnos a nosotr@s mismos, como personas y como docentes.

Ojalá tod@s l@s docentes, en especial aquell@s que por situaciones “del ambiente” (“climáticas”, sociales, “hídricas”, familiares, “edáficas”, personales, “eólicas”, etc…) necesitan de cierta “guía” o cierta ayuda, tengan la suerte de ser parte de la acción tutorial y si no tienen esa “suerte institucional”, recuerden que nada les impide realizar su práctica docente ubicándose en un lugar a medio camino entre “el profesor” y “el tutor”, aunque este último sea, en realidad, una especie de “tutor tutoteado”.