martes, 23 de diciembre de 2014

Hasta el 2015! Felicidades!!!


En esta última entrada del año 2014, queremos saludar a tod@s l@s que nos leyeron durante este año, agradecerles por haberse enganchado con la propuesta, por haber comentado, por haber participado de la escritura (colaborativa) de artículos, por haber compartido sus #CómoAprende, por haber respondido las entrevistas y desearles que pasen unas felices fiestas y que empiecen el año nuevo de la mejor manera.

En Febrero del año próximo, l@s volveremos a invitar a seguir (re)pensando nuestras prácticas con nuevas propuestas y nuevas ideas en este Blog que espera seguir siendo un espacio de encuentro e intercambio entre docentes y estudiantes.

Que el 2015 nos vuelva a encontrar reflexionando sobre aprendizajes y sobre prácticas educativas para seguir (trans)formándonos como docentes preocupad@s por facilitar aprendizajes, cada vez más significativas, en estudiantes, cada vez, más autónomos.

Felicidades les desea asifuimosapendiendo!!!

martes, 16 de diciembre de 2014

La caja de herramientas.


La tarea docente es una tarea apasionante pero compleja que nos plantea todo el tiempo problemas o situaciones problemáticas que nos obligan primero a reconocer el problema, después a analizarlo y a pensar posibles maneras de abordarlo y, finalmente, a probar alternativas para (con mayor o menor éxito) intentar solucionarlos.

Para ello l@s docentes contamos con una variedad de herramientas que fuimos adquiriendo a lo largo de nuestra trayectoria y en nuestra constante (trans)formación docente. No es difícil imaginar la importancia que tiene la formación docente, la formal y la informal, la “puntual” (como realizar una “carrera docente” o un curso) y la continua (la que se da en el día a día, en el propio contexto en el que se desarrolla la tarea), en el proceso de adquisición de herramientas para ir llenando, lo que podríamos llamar, nuestra “caja de herramientas”.

Lamentablemente la formación docente en todos los niveles (desde la carrera de profesorado de enseñanza inicial hasta las carreras docentes o, incluso, posgrados en Educación Superior) es sumamente deficiente. No es la intención de este texto analizar las causas de esta deficiencia, aunque entendemos que se trata de un problema evidentemente complejo y multifactorial, sino poner en evidencia (al menos en parte) algunas de las consecuencias que esto tiene (o podría tener) en nuestra práctica diaria a la hora de reconocer y abordar los problemas que se nos presentan.

Tener pocas herramientas en nuestra “caja de herramientas” es peligroso no sólo porque nos brinda a l@s docentes menos posibilidades de resolver problemas sino porque (en no pocos casos) directamente nos impide “ver” o reconocer el problema o entenderlo como tal. Hay una conocida frase que dice “el que sólo tiene un martillo, cree que todos los problemas son un clavo” y nosotr@s nos animamos a agregarle que cuantas menos herramientas tenemos en nuestra “caja de herramientas” docentes, no sólo son menos los problemas que podemos resolver sino que hay muchos problemas de nuestra práctica docente diaria que ni siquiera vemos o que los abordamos cómo si fueran “lo que no son” para poder (intentar) “resolverlos” con las pocas herramientas que tenemos.

Pongamos un ejemplo “extremo”, si la única herramienta que tenemos en nuestra “caja de herramientas” es la de “explicar más”, al margen de lo “embrutecedor” (en palabras de Jacques Ranciere) que esto resultaría, corremos el riesgo de que cualquier problema que se nos presente, cualquier “anomalía”, cualquier situación que se aleje de “lo esperado” en términos de aprendizajes, sea leída como “falta de comprensión”, problema que suponemos (erróneamente) podríamos solucionar con “más explicación”. Es decir que el hecho de estar limitados en las respuestas que podemos dar no sólo limita las preguntas que podemos responder sino que condiciona la manera en que escuchamos o interpretamos las preguntas que nos hacen. Podríamos dar muchos ejemplos (incluyendo los clásicos relacionados con la “disciplina” y las  “normas de convivencia”, que desconocen o simulan desconocer completamente los contextos o las situaciones personales, familiares, sociales, económicas de l@s estudiantes) pero preferimos dejarles ese ejercicio a l@s lectores, para que pensando ejemplos de situaciones donde la “caja de herramientas” condiciona no sólo la posible solución de un problema sino también, la manera en que lo abordamos o lo entendemos como tal, reflexionen con sus propios ejemplos “reales” sobre esta cuestión.

Si como dice el proverbio chino, “un problema que no tiene solución no es un problema”, el problema (valga la redundancia) es no tener las herramientas necesarias para, primero, interpretarlo de la mejor manera y, después, intentar solucionarlo. Y esas herramientas las adquirimos siendo responsables por la tarea que realizamos, capacitándonos y (trans)formándonos constantemente, entendiendo la dimensión ético-política de la práctica docente y la relevancia que tiene estar preparad@s de la mejor manera posible para estar a la altura de semejante desafío.

Será entonces tiempo de abrir nuestra “caja de herramientas” y ver qué hay, reflexionar sobre las herramientas que nos faltan o aquellas que ya están un poco viejas, que resultan obsoletas o que pueden reemplazarse por otras más modernas y poner manos a la obra en la tarea, siempre reconfortante (sobre todo si se realiza de manera colectiva) de llenar nuestra “caja de herramientas”. 

martes, 9 de diciembre de 2014

La paradoja de la Educación. Por Sergio Morado *


La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo.” (Paulo Freire)


         Probablemente no exista actividad o disciplina humana que no sea en esencia paradójica. El ser humano en sí lo es, siendo a la vez la especie más civilizada y a la vez más barbárica de la naturaleza. La Educación, como una de las ramas más características del pensamiento humano, no podía ser ajena a ese principio.

         Existe la creencia de que la Educación permite a los individuos ser más libres y menos susceptibles a la imposición de regímenes u opiniones que atentan contra sus propios derechos, intereses o deseos. Sin embargo, la Educación surgió como una herramienta más de dominación de los pueblos para mantener el sistema imperante. Aún hoy suele observarse que el sistema educativo atenta contra las capacidades individuales de muchos estudiantes y contra el surgimiento de nuevas ideas.

         El panorama que sigue observándose actualmente en las aulas es el de un docente que transmite información a un público más o menos atento, pero casi siempre silencioso. Ese docente, a su vez, fue educado dentro de los mismos parámetros y está programado para reproducir eficientemente el sistema como algo natural. En este contexto hay poco lugar para la participación y los estudiantes suelen acostumbrarse a un rol dependiente y pasivo que les deja, también, poco lugar para tomar decisiones y para asumir la iniciativa. Ya no existen los métodos de castigo físico aplicados hasta el siglo pasado, pero los estudiantes siguen siendo en muchos casos sometidos mediante el aburrimiento. A su vez, la imposición de una visión funcional del conocimiento los fuerza a la docilidad y la sumisión por la supuesta ausencia de tiempo durante las clases para discutir temas ajenos a los contenidos de las asignaturas.

           Es sorprendente entonces, que en el marco de este sistema educativo surjan ideas innovadoras que intentan destronar los paradigmas aún reinantes y que ceden el rol protagónico a los estudiantes. Seguramente los creadores de este sistema no hayan podido prever el alcance de lo que la Educación, la lectura y la escritura despiertan en la mente y el espíritu humanos. Así, lo que surgió como la más eficiente herramienta de dominación puede transformarse en el más poderoso recurso de emancipación de los individuos y en la semilla de la propia destrucción del mundo actual.
 

* Sergio Morado (@SergioMorado1) es docente/investigador en la cátedra de Química Biológica de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires. Es un ferviente apasionado de la música y la literatura, y un gran admirador del Emperador Napoleón.

martes, 2 de diciembre de 2014

¿Cómo aprende Fede? Concentración, atención, experiencias compartidas y autonomía de aprendizajes.


En este 2014 el Blog espera, una vez más, incorporar nuevas maneras de reflexionar sobre la Educación y los aprendizajes. Además de las (ya habituales) notas de opinión, de las entrevistas (a docentes y estudiantes) y de los textos escritos en colaboración, queremos incorporar textos que reflexionen sobre “cómo aprendemos”.

Como dijimos en una entrada anterior pareciera ser que much@s docentes creemos (con las mejores intenciones) que debemos ser facilitadores de los aprendizajes y obramos o creemos que obramos (en consecuencia) con el objetivo de que nuestr@s estudiantes aprendan.

Sin embargo, no tenemos muy en claro “cómo se aprende”, qué hacen nuestr@s estudiantes para aprender, cómo hacen nuestr@s estudiantes para aprender los contenidos (disciplinares, actitudinales y de procedimientos) de nuestras materias.

Es por eso que nos proponemos darle una vuelta de tuerca a esta reflexión a partir de relatos, en primera persona, que den cuenta de cómo aprendemos o cómo aprenden l@s estudiantes, con el objetivo de ser mejores facilitadores de esos aprendizajes (cada vez más significativos) en nuestr@as estudiantes, cada vez más autónomos. En este caso la reflexión es a partir del relato que gentilmente escribió Federico Arballo *.


Cuando Fede reflexiona sobre cómo aprende contenidos escolares nos cuenta que creo que la metodología y el tiempo de estudio varía mucho respecto a los contenidos, en mi caso por ejemplo las materias relacionadas con humanidades tienen cierto atractivo que hace que me resulten más fáciles de asimilar. Fede insiste con una idea que se repitió en todos los casos de estudiantes que nos contaron “cómo aprenden”: no se estudian (ni se aprenden) igual contenidos disciplinares diferentes y pone como ejemplo las materias “exactas”: El problema surge con las materias exactas, aquí las metodologías son específicas y “exactas” valga la redundancia, no hay matices, para lo cual solo conozco una forma de estudiar: practicar y practicar ejercicios. Este es un problema porque todo el tiempo que no le dedico al estudio de las materias sociales tengo que dedicárselo a las materias exactas”. Para ayudarnos a aprender o a facilitar aprendizajes en otr@s, Fede nos da algunas pistas y nos invita a hacernos algunas preguntas, Algo que sugiero es plantearse la siguiente pregunta: ¿cómo memorizo?, al momento de tratar de recordar algo, ¿surge un sonido, una imagen o un concepto? Esto es algo vital porque nos da pistas sobre cómo funciona nuestro cerebro en particular, todos recordamos en todas las formas, solo que algunos nos destacamos en una más que en otra. Yo tengo memoria visual, por lo cual las redes conceptuales y el hecho de copiar y “pasar en limpio” las carpetas resultan ser los métodos más efectivos para estudiar.

En las palabras anteriores se advierte el valor que tiene para Fede la posibilidad de recordar como parte del aprendizaje y la importancia de reflexionar sobre nuestros propios modos de aprender, es decir, de practicar cierto meta-aprendizaje. ¿Cuántas de nuestras propuestas didácticas o de las actividades que (habitualmente) les proponemos a nuestr@s estudiantes involucran la reflexión sobre sus propios aprendizajes?

A la hora de reflexionar sobre sus métodos de estudio, Fede resalta el valor que él le da a la concentración y a la atención en clase, como instancia central en sus aprendizajes y hace, de paso, una crítica al “sistema educativo”, cuando nos cuenta que: Mi principal método de estudio es tan simple como eficaz: la concentración en clase. En lo personal creo que uno de los grandes problemas del sistema de educación actual es la falta de concentración de gran parte de los cursos (lo cual lleva al resto a “distraerse” y a los profesores a perder tiempo “retándolos”). Estudio en el momento que tengo al profesor en frente, pregunto todo y cuanto me parece conveniente o confuso y trato de participar lo más posible para seguir el hilo de la clase. ¿Qué quiere decir “estudio en el momento que tengo al profesor en frente”? ¿Por qué atender y participar en clase facilita aprendizajes en algún@s estudiantes y en otr@s no? ¿Podemos pensar estrategias que hagan que l@s estudiantes se concentren más, atiendan más y participen más en clase?

Cuando Fede compara los aprendizajes “escolares” (o académicos) y “no escolares” (o no académicos), aparece la “curiosidad”, el interés y una motivación que los contenidos escolares no siempre generan en l@s estudiantes pero también algo clásico de las estrategias que usamos para aprender contenidos bien escolares: la repetición: En la vida uno siempre se topa con cierta actividad que, a primera vista, resulta altamente atractiva y genera una gran curiosidad. Automáticamente el cerebro pasa a un estado de aceleración (algo así como un modo esponja) donde intenta asimilar todos los conceptos y entender todos los pasos en un día. Obviamente a menos que seamos súper dotados (sin saberlo) nos encontraremos con el hecho de que no lo somos y que no podemos aprender todo en un solo día, esto podrá frustrarnos y por eso yo trato controlar este impulso natural y de canalizar y dosificar esta energía. En mi opinión y para mi caso el principal método para aprender algo nuevo como tocar la guitarra, hacer malabares o andar en skate, es el de la práctica repetitiva y periódica.

Finalmente, Fede nos deja una reflexión interesante que demuestra que los aprendizajes que la Escuela facilita (o intenta facilitar) debieran incluir aprendizajes de herramientas que luego puedan transpolarse a otras situaciones (de aprendizaje) y faciliten la autonomía así como la relevancia que tienen l@s otr@s en nuestros aprendizajes: Para mí el cerebro es como un músculo, que debe trabajarse de forma periódica y por períodos de tiempo que no excedan las dos o tres horas (en las primeras practicas). Quiero decir además, que una de las herramientas que me dejo el colegio secundario fue la de la atención en clase. La única diferencia se halla en que las clases que tomo para aprender cosas nuevas y extracurricularmente son virtuales. Existen millones de tutoriales de millones de personas diferentes, y de todo tipo de deporte y actividad, esto me dio la posibilidad de elegir y poder aprender desde YouTube cosas que luego podía volcar de una forma segura y más controlada en la vida real. Como parte de este pensamiento quiero agregar y denotar que todo conocimiento se aprende e incrementa a ritmos sumamente superiores si se incorporan con otra persona siguiendo nuestros pasos y hasta algunas veces guiándonos gracias a su experiencia y consejo.


* Federico Arballo es (@D_Fe_De_D) estudiante de cuarto año de la Escuela de Educación Técnico Profesional de nivel medio en Producción Agropecuaria y Agroalimentaria (Facultad de Ciencias Veterinarias – UBA), tiene 17 años y es oriundo de General San Martin (AMBA). Guitarrista, aikidoca, fanático de las ciencias y de la lectura de todo tipo, historiador free lance y paleontólogo de jardín, scout de toda la vida, gamer hasta la muerte y futuro YouTuber. Futuro título incierto (digamos que puede ser tanto astronauta como profesor de historia).